Día 9: San Carlos de Bariloche

Nos tomó una hora y media llegar desde Villa la Angostura. El paisaje de camino es bello, mucho verde y lagos al principio y zonas rocosas y abiertas ya llegando a la ciudad. En medio de la nada apareció un cóndor, aunque no pudimos verlo muy bien.
La ciudad es mucho más grande de lo que pensábamos, hay bastante tráfico y las casas se extienden varios kilómetros por el lago. Menos mal que no reservamos lejos del centro, moverse en auto no es plan, demasiado tráfico y los argentinos conducen como si fueran solos por la pampa.
Nos quedamos en un Airbnb a 3 cuadras de la calle principal, donde hay una tienda donde se pueden comprar fusiles y metralletas (en palabras de Javi, que cada vez está más andaluz). Hemos tenido mucha suerte en venir en esta época porque el cambio nos favorece mucho (no hemos comprado armas, por si acaso).
Hoy sí que hemos visto un montón de arbolitos en el centro (los tipos que ofrecen cambio x dólares blue) algunos con unas pintas del terror!

Al almuerzo nos hemos dado un banquete en El Boliche de Alberto. Un escándalo. Maravillosas las carnes y buenísima atención, súper mega recomendable. El precio además increible, unos 26 mil pesos chilenos por todo (USD $28 aprox). En Chile nos habría costado al menos el doble y en España más todavía. Terminamos el día con un paseíto por el centro, sintiendo los primeros vientos patagónicos en las orejas y comprando algunos chocolatitos para el viaje.

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